Huevos con tomate, una receta mediterránea… y no solo mediterránea

Huevos con tomate, una receta mediterránea… y no solo mediterránea

Quizás porque soy una persona práctica, o simplemente porque muchas veces llego a casa con hambre y poco tiempo para cocinar, me encanta recurrir a recetas con pocos ingredientes, sencillas y sabrosas.

Esto es todo lo que necesitas hoy:

  • Un buen sofrito
  • Tomates maduros
  • Huevos ecológicos de la Klosca

En Italia, esta receta se conoce como uova in purgatorio, es decir, “huevos en el purgatorio”, y se suele comer tanto para un almuerzo ligero como para la cena.

El nombre tan original de este plato parece derivar de la imagen de los huevos: claras blancas y puras sumergidas en las llamas del purgatorio, representadas por el rojo de la salsa de tomate. Ya sabéis cómo somos los italianos… ¡muy fantasiosos!

La receta

Pela y pica finamente ½ cebolla (blanca o dorada) y un diente de ajo. Ponlos en una sartén antiadherente con 5-6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sofríe suavemente.

Pasados unos minutos, añade 300 g de tomates frescos maduros (o, si lo prefieres, un bote de tomate triturado o de tomates enteros). Salpimienta al gusto.

Deja cocinar la salsa al menos 10 minutos, o hasta obtener la textura deseada. Con una cuchara, haz cuatro pequeños “nidos” en la salsa y casca un huevo en cada uno.

Cocina a fuego medio, sin tapar, hasta que las claras estén cuajadas pero las yemas sigan cremosas.

Termina con perejil picado o unas hojas de albahaca fresca.

Los trucos para unos huevos cremosos

Para que los uova in purgatorio salgan perfectos, hay algunos detalles a tener en cuenta.

Primero, la consistencia de la salsa: no debe ser ni demasiado líquida ni demasiado espesa. Recuerda que al final hay cinco minutos más de cocción con los huevos dentro, y eso también hará que se reduzca.

Segundo, no pasarse con la cocción de la yema. Lo mejor es romper esa fina película que se forma encima y encontrarse con un interior aún cremoso, ideal para mezclar con la salsa… ¡y para hacer la scarpetta!

Por eso, este plato pide a gritos un buen pan, y yo personalmente no puedo resistirme a espolvorear un poco de parmesano o pecorino recién rallado justo antes de servir.

Una receta mediterránea… y más allá

Viajando por todo el Mediterráneo, es fácil encontrar platos parecidos.

En España, por ejemplo, son comunes los huevos revueltos con tomate o acompañados de pisto manchego. En Grecia, el strapatsada combina huevos, tomates y aceite de oliva virgen extra, y a menudo se enriquece con queso feta.

Pero el plato más parecido a los uova in purgatorio es, sin duda, el shakshuka, originario de Túnez y hoy muy popular en todo Oriente Medio.

El concepto es el mismo: huevos cocidos directamente en una salsa de tomate especiada con comino, pimentón, ajo y harissa. En regiones como Palestina, Líbano o Egipto, la receta ha evolucionado, y se le añaden pimientos, cebolla o incluso berenjena.

Ya conoces la historia y los secretos de este plato. Ahora solo te queda probarlo… con o sin especias.

Escrito por Bruna de la Bottega Clandestina

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